viernes, 30 de octubre de 2009

fuentes de energia anaerobica alactica,lactica,y aerobica

Fuente de energía anaeróbica aláctica:

La ATP, la sustancia química precisada por los músculos para el movimiento se encuentra almacenada en las células del musculares lo cual significa que se puede utilizar en el mismo momento en el que es demandada. Otra sustancia, la fosfocreatina, también se encuentra almacenada en el músculo con el fin de generar ATP tan pronto como esta se quema. Estos dos componentes químicos permiten al músculo realizar movimientos muy rápidos pero sólo durante un espacio de tiempo muy corto. Cuando entra en juego la fosfocreatina para regenerar ATP nos encontramos con el fin de la energía explosiva. A pesar de que podemos encontrar durante unos cuarenta segundos restos de estas dos substancias en la estructura muscular, el tiempo máximo de actuación sólo ronda los diez segundos. La anaeróbica aláctica es una energía explosiva que le proporciona rapidez al jugador. Pasado este tiempo y si le damos al músculo el descanso oportuno, las reservas se regeneran en unos sesenta segundos. De todo lo cual extraemos que, en las condiciones descritas, podemos utilizar el sistema anaeróbico aláctico una y otra vez. Mediante el entrenamiento anaeróbico aláctico generaremos más recursos de que disponer en esos primeros diez segundos del esfuerzo. Conseguir contracciones musculares más rápidas representa para el jugador de Hockey Sobre Patines puestas en acción y frenadas más explosivas, una ejecución del disparo más veloz y una mejor maniobrabilidad. El trabajo para de mejora de la resistencia anaeróbica aláctica tiene lugar cuando los esfuerzos donde la frecuencia cardiaca se sitúa en un nivel de 180 pulsaciones por minuto o incluso por encima del mismo y su duración viene a ser de unos 10 segundos. El tiempo de recuperación oscila entre 1 y 2 minutos, tiempo necesario para recuperar los valores iniciales de fosfágeno. Este tipo de recuperación varía cuando el número de repeticiones se incrementa pudiendo llegar a los 5 minutos.

Fuente de energía aneróbica láctica:

Esta fuente de energía es la que nos permite mantener la velocidad. Si realizamos dos sprints al máximo de nuestras posibilidades, uno de 50 metros y otro de 300, comprobaremos que en este último la velocidad es menor. Esto se debe a que el sistema aláctico, tal y como hemos visto anteriormente, no puede mantenerse durante un período de tiempo tan elevado. Ante esta demanda de energía el músculo tiene que buscar otra fuente de ATP. Entra en juego entonces el sistema láctico. Si bien este sistema no permite una explosión tan alta de energía como ocurre en el sistema aláctico, sí nos permite un mantenimiento de la velocidad durante más tiempo. El sistema láctico se apoya en los carbonohidratos que están almacenados en el músculo. También encontramos carbonohidratos en la sangre y en el hígado que pueden ser llevados a los músculos ante una demanda de los mismos. Un sistema anaeróbico láctico bien entrenado podría producir energía durante unos tres minutos pero lo normal es que se alcance el pico de producción entre los cuarenta y noventa segundos. Uno de los factores que limita la producción de energía por este procedimiento es el agotamiento de las reservas de carbonohidratos. El otro tiene que ver con los residuos que producen al quemarse los mismos: el ácido láctico. Cuando los niveles de ácido láctico en el músculo son altos, las reacciones químicas necesarias para seguir produciendo energía se inhiben y el sistema no puede generar más energía. Un músculo agotado tarda hasta una hora en deshacerse del ácido láctico pero le puede llevar más de cuarenta y ocho horas recuperar los niveles iniciales de carbonohidratos. El descanso activo facilitará la eliminación del ácido láctico y una dieta a base de carbonohidratos nos ayudará a su reposición. El entrenamiento anaeróbico láctico nos brinda tres ventajas: genera grandes reservas de carbonohidratos, produce una menor acumulación de ácido láctico y eleva la tolerancia a niveles altos de este último. Para el jugador de Hockey Sobre Patines esto significa que puede mantener una velocidad durante más tiempo, le permite aplicar una mayor intensidad en sus acciones y que en los momentos en los que se encuentre descansando en el banquillo, su organismo se recupere con más facilidad al ser capaz de eliminar el ácido láctico más fácilmente. Para trabajar la resistencia anaeróbica láctica tendremos que llevar al organismo a la zona supercrítica donde la deuda de oxígeno alcanza del 50 al 80%. La frecuencia cardiaca se sitúa por encima de las 150 pulsaciones por minuto pero al final del esfuerzo llega a alcanzar valores aproximados al límite crítico de pulsaciones. La recuperación debe de ser amplia, debiendo bajar a unos niveles de 80 a 90 pulsaciones en un tiempo no superior a los 4 ó 5 minutos. Fuente de energía aeróbica El sistema aeróbico incluye al corazón, los pulmones y el sistema circulatorio además de algunas substancias químicas de los músculos. El sistema aeróbico es la primera fuente de energía empleando la grasa como el primer combustible para la generación de ATP. La producción de energía por este sistema es considerablemente menor que en el sistema anaeróbico (tanto láctico como aláctico) debido a que el proceso para la obtención de ATP por este procedimiento es más complejo.

El sistema aeróbico :

puede emplear tanto carbonohidratos o proteínas como fuente de combustible para la regeneración de ATP. Los carbonohidratos son utilizados cuando se requieren niveles altos de producción de energía aeróbica. Cuando la demanda de energía supera las posibilidades del sistema anaeróbico láctico, el sistema aeróbico quema carbonohidratos porque de esta manera se produce energía más rápidamente. Aun así, la utilización de grasa no se detiene, simplemente se complementa con la quema de carbonohidratos. Sólo en el caso de que los niveles de grasa y carbonohidratos fuesen bajos el sistema quemaría proteínas. La importancia de un buen sistema aeróbico en el jugador de Hockey Sobre Patines es crucial: provee de energía para la realización de esfuerzos prolongados como son los requeridos para un partido. El entrenamiento aeróbico mejora la eficacia del corazón, el intercambio de aire en los pulmones, el transporte de oxígeno, grasas y carbonohidratos en la sangre y facilita la eliminación de los residuos como el ácido láctico y dióxido de carbono. Para la mejora de la resistencia aeróbica, realizaremos esfuerzos muy prolongados –de más de 30 minutos a 2 horas- manteniéndonos por debajo del umbral anaeróbico. El consumo máximo de oxígeno, de poder ser cuantificado, se situará entre el 45 y 65%. La frecuencia cardiaca se mantendrá entre las 125 y 160 pulsaciones por minuto.

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